Tan solo es un " hasta luego "

Capítulo 17 :) 

Hay una videollamada. Es un salón. El salón de la casa de Fernando. Parece… ¡esa es Laura! Está esperando a que entre él me imagino. Si, hay entra él. “Bueno ya estoy aquí”. Son las palabras que Fernando le dice a Laura.

-         Maya. Dime ahora mismo a donde va a llegar esto. – Dice él enfadado.

-         Pues, si no me confundo… él intentará engañarla y tratarla demasiado bien. Utilizará su mirada seductora para que ella caiga a sus pies se beses y esa seria la parte que yo te tendría que enseñar…- dice ella. Se nota que su voz es triste. Esta arrepentida de todo. No la puede culpar, después de todo.. todos hemos sido amigos de Fernando y sabemos como puede llegar a ser en ocasiones.

-         Me voy. Esta bien. Maya tranquila, contigo no me enfadaré. Eso si, igual mato a alguien. – Dice mientras se muerde el labio. Pero no es de deseo como el quisiera ahora si no de rabia. Rabia porque sabe como es él realidad y podrá engañarla fácilmente. No quiere saber la verdad, no quiere saber si Laura de verdad desea ese beso o no…

-         Esta bien. No hagas nada de lo que luego te arrepientas por favor. – Dice ella acercándose y dándole un leve beso en los labios. – Será el ultimo te lo prometo. Solo te besaré si es eso lo que tu deseas.- Le susurra.

Marcos sale corriendo en dirección a la casa de Fernando. La puerta está abierta y cuando entra. Las bocas de Laura y Fernando están demasiado cerca. Sus labios se juntan cuando…

-         Eres un cabrón. Deja a mi novia ahora mismo. ¿Qué te crees que no me iba a enterar de nada? - Dice mientras se acerca y le da un puñetazo en la cara que hace que Fernando caiga derrumbado en el suelo. Marcos no puede más y comienza a darle patadas. A pegarle mientras su amigo sufre en el suelo. Mientras le pega grita : “Pensé que eras mi amigo JODER.” “Estúpido de mierda”

-         Vale ya. – Grita Laura que esta vez llora mucho más.

-         Y tú ¿Qué? Te quiero, te quiero, te quiero… DIOS. – dice el sentándose en el sofá y apoyando sus codos en sus piernas mientras apoya su cabeza en las manos desesperado. – Esto, me lo esperaba de él al igual que esperaba que tú no lo aceptaras pero, ¿sabes? Lo he escuchado todo. TODO JODER. – cuando dice esta ultima palabra se levanta rápido y pega una patada a la mesa central del salón destrozándola por completo.

-         Marcos. ¿Te estás escuchando? – dice Laura.- Tú no eres el Marcos del que yo me enamoré. Yo te quiero pero, cada discusión me lleva a pensar que también le quiero a él ¿y sabes por qué? Él me hace feliz al igual que tu pero es que el no se enfada tanto. El no me grita o me hace sentir miserable. Yo te amo Marcos pero, si no sabes ser una persona normal… será mejor…que terminemos. – dice ella en un susurro.

-         ¿Me estás dejando? – dice él.

-         No, solo te pido un tiempo para pensar. Quiero que cambies.

-         ¿Cambiar? Tú eres la persona que me ha convertido en esto.

-         ¿Realmente sabes en lo que te has convertido? – esta vez es Laura la que grita.

-         Dímelo tú- dice él acercándose a ella – esta vez más calmado.

-         Mira como le has dejado. – dice llorando.

-         Laura, te quiero de verdad. No me dejes por favor. Yo.. te juro que cambiaré y todo lo que tu quieras pero no me dejes…- dice el acercando sus frentes.

-         Yo creo que si cambiarás y cuando cambies del todo, ahí estaré yo pero, ahora no quiero seguir. Por favor Marcos, márchate. Hagamos cada uno nuestra vida y quizá sea el futuro el que decida juntarnos. – Dice ella separándose.

-         Está bien. – dice él – Pero no me iré sin besarte. No se si será la ultima vez que lo haga y eso me duele demasiado.

Se acerca a ella y, juntos se funden en un beso ¿De despedida? Quizás pero, eso se lo dirá el destino. Ahora cada uno tiene que seguir su vida como desee. Las lagrimas de ambos llegan a los labios. Es un beso dulce y agrio a la vez. Es un beso de amor no deseado. Es un beso de dos adolescentes que luchan por estar juntos pero el resto del mundo se lo impide. Marcos sale de esa casa y camina desanimado, gritando y pegando patadas a todo lo que encuentra por el camino. Ha perdido todo lo que quería por tonto.

Mientras en casa de Fernando.

-         Laura, llama a una ambulancia por favor – dice Fernando desde el suelo. Laura aun seguía en la puerta viendo como el amor de su vida se iba pegando gritos y sufriendo. Eso ha roto su corazón en tantos trocitos que, será imposible volverlo a montar.

-         Si, claro que si. – dice ella arrodillándose.

-         ¿Te puedo pedir algo Laura? – dice él abrazando su estomago con las dos manos.

-         Dime…- dice ella desanimada. Tal vez no le vendría mal comenzar una relación con Fernando. Le ayudará para aclarar todos sus sentimientos, y conoce a Marcos, saldrá con esa amiga suya para conseguir cambiar y cuando cambie la dirá que todo fue una mentira y volverá a por mi…

-         Puedes… puedes…- Fernando no puede respirar. Comienza a hacer ruidos raros con la boca y se agarra la garganta. Laura se pone muy nerviosa.

-         Háblame Fernando por favor. Ya llega la ambulancia. No te puedes dormir por favor. No te duermas. Dime que era lo que querías. Dime que te pareció el partido de ayer del Sevilla. Dime algo. – dice Laura desesperada.

-         Bésame – es lo último que sale de la boca de Fernando. Sus ojos comienzan a cerrarse. Laura no sabe como reaccionar.

Quiere besarle pero, Marcos, aun le quiere. Está indecisa, no sabe lo que hacer. Sin más, le besa. No puede dejarle morir y sabe que eso hará que se despierte y aguante más con los ojos abiertos. Es un beso diferente. Un beso que nunca había experimentado ninguno de los dos. Puede que, tan solo con ese beso los pensamientos de Laura se hayan aclarado y Fernando consiga lo que quiere pero, recuerda, solo he dicho PUEDE.