lunes, 14 de febrero de 2011

Especial San Valentín.


Capítulo 13.


-         Yo… te… te quiero- dice por fin el chico mientras se levanta y se dirige hasta donde ella se encuentra.- Te quiero – repite solo que, su voz ya no es en susurro, cada vez eleva más la voz. La coge de la cara y la levanta para que le mire a los ojos – te quiero – se acerca a ella poco a poco – te quiero – sus frentes están pegadas. La respiración de Laura es acelerada. El corazón le va a mucha velocidad. Sin duda ama a Marcos. – Te quiero- Dice finalmente besándola. Un beso lleno de pasión – te quiero – grita finalmente.
-         Marcos, si me vas a dejar no me hagas sufrir tanto. – Dice ella.
-         ¿Crees que si te iría a dejar te diría que te quiero? – Dice Marcos acercándose de nuevo a ella.
-         Si me quieres, bésame. Si quieres que me vaya, agacha la cabeza.
-         No.
-         ¿No? – Dice ella asustada- eso no entra en el trato.
Marcos suelta una leve carcajada.
-         Digo que no. Que no haré nada de eso hasta que no respondas a mi pregunta. ¿De verdad crees que sería capaz de alejarme de ti por un solo momento? No puedo. Tu eres esa parte de mi que me hace volar y vivir en un mundo mágico en el que, desde el primer día que estás en él, es difícil querer marcharse. Laura, se como es Fernando. En ocasiones puede llegar a ser mala persona o enfadar a la gente pero, si ha hecho esto es porque te quiere. Solo te pido que decidas, que decidas bien. He roto una amistad de 17 años por ti y no me voy a echar atrás ahora. Yo te quiero…
Laura, sin aun poderse creer las palabras de su novio, si es asi como puede llamarse, se acerca a el y lo abraza. Los dos permanecen abrazado durante un largo tiempo hasta que ella se separa poco a poco de el para mirarlo a los ojos.
-         Te quiero a ti Marcos..- susurra la chica sin quitar la mirada.
-         Prométemelo – dice el, seguro de sus palabras.
-         Te lo prometo – Se escucha decir desde la voz de Laura. – Te lo prometo, no lo dudes nunca.
-         Te quiero Laura – Dice Marcos sacando una pequeña sonrisa en tu boca.
-         Te quiero Marcos – dice ella elevando sus manos al cuello del chico.
-         Te quiero Laura – Repite el chico, cada vez más cerca de ella.
-         Te amo Marcos Santos – Dice ella con una sonrisa cada vez más grande.
-         Te amo Laura Martínez – Susurra por última vez  él mientras se ríe y se separa de la chica.
Marcos agarra de la mano a Laura y, con ella de la mano sale de la casa corriendo. La chica le sigue riéndose.
-         Estás loco Marcos – dice ella entre risas.
-         Loco por ti – chilla el. Pero no se detiene.
Una vez, recuerda ella, estaban todos en casa de Santi, que está en frente de la playa y, de repente ella grito “ Nieve, está nevando.” Pero entonces Marcos tuvo la gran idea de salir a la calle para verlo mejor. Nadie quiso y me miró a mi. Yo, como no, bajé. 1º porque me daba pena y 2º porque me encantaba la nieve. Cuando ya estábamos abajo recuerda que, la cogió por las piernas y la espalda como si fuese princesa y la acerco hasta el mar y, sin pensarlo dos veces se metió al agua con tan mala pata, como dice él, que me caí yo también. No podíamos parar de reír. Pero, de eso ya hace mucho tiempo. Aun así, sigue siendo el mismo.
Laura suelta una carcajada. Si hay algo que adore de Marcos son sus locuras.
-         ¿De que te ríes? – dice Marcos, que esta vez si se ha detenido.
-         De ti. – dice ella sonriendo.
-         ¿De mi? A pues muchas gracias – dice el de mala manera.
-         No seas bobo. Me río al recordar el día de la nieve cuando me tiraste al agua.
-         Lo recuerdo bien y, no te tiré.
-         Si me tiraste- dice Laura riendo.
-         Bueno lo que tu digas. – dice él- pero, sobre todo lo recuerdo porque, fue la primera vez que te miré a los ojos – dice agarrándola de la cintura y acercándose a ella – y desde ese día estoy enamorado de ti. – dice finalmente.
-         ¿Enserio? – dice ella sorprendida. No esperaba eso de Marcos.
-         Enserio. – Dice el sonriente.
-         Bueno, ¿y donde íbamos? – dice ella separándose de él. Se quiere vengar por no besarla antes en casa y salir corriendo.
-         Es verdad. Vamos.- dice el volviendo a correr.
-         ¿Por qué tenemos que ir corriendo? – Dice mientras suspira Laura.
-         No preguntes – dice el sonriendo. – es una respuesta un poco estúpida.
-         Que te esperabas de un estúpido – dice ella.
-         ¿Con que estúpido, eh?
Marcos se detiene.
-         ¿Y no te gustaría besar los labios de un estúpido verdad? Oh, que penita. – dice el mientras camina de nuevo.
-         De un estúpido cualquiera no, los tuyos si. – Grita Laura.
-         Demasiado tarde, Señorita Martínez – dice Marcos mientras mira el reloj- me voy al país de nunca jamás.
-        
-         Pues no me llames estúpido. – dice el intentando parecer ofendido.
-         Vale. Perdóneme señor – dice ella girándose y dirigiéndose a su casa con la cabeza agachada. También ella intenta parecer triste aunque por dentro la apetece gritar de felicidad.
-         Tic toc – grita Marcos – nos retrasamos. Venga vamos.
-         ¿ Por qué no vienes a buscarme? – dice ella con cara de niña buena.
-         Esta bien. – se dirige hacia ella y cuando la tiene agarrada de la mano comienza a correr de nuevo.
-         ¿La playa? – dice ella extrañada cuando llegan.- Esto era la sorpresa.
-         ¿La playa? – imita Marcos a Laura-  no si te parece… - dice el burlándose- y perdona pero no es “ LA PLAYA” es nuestra playa. Aquí me enamoré de ti. Aquí fue el lugar donde estuvimos hablando y gracias a ellos fuimos a mi casa y ahora estoy aquí contigo.
-         Es verdad, no había caído en eso. – dice ella recogiendo un mechón de pelo que tenía por la cara. - ¿y que vamos a hacer aquí? – Sus palabras son dudosas. No sabe exactamente el porque de estar ahí.
-         Veras, tu respondiste a mi pregunta. Ahora me toca a mi responder a la tuya. – dice mientras señala al cielo – y que mejor momento que mirando el amanecer como el día que comenzamos a salir.
-         Vale, me parece bien. – dice ella. Esta vez más seria. No quiere perderlo.
-         Ven. – va con ella en dirección a la arena mojada y antes de llegar a ella se sientan. Observan el cielo. Es precioso.
-         ¿Quieres decírmelo ya? – dice ella nerviosa.
-         Claro – dice el agarrándola las manos. – Veras, no llevo mucho contigo pero, se que eres muy buena persona y que te arrepientes de todo lo sucedido. Me ha dolido mucho porque de ti no me lo esperaba pero, todos cometemos errores ¿no?- dice el levantándose y ofreciéndole su mano a Laura para que se levante con el. – te quiero Laura.-
Las miradas están fijas y, con un beso lleno de sentimientos y un nuevo amanecer Laura y Marcos no pueden evitar sonreír tras todo lo sucedido.
Puede que, penséis que todo esto acaba aquí, ellos se casaron, bla bla bla …Pero no, esto no ha hecho nada más que empezar.
Al día siguiente:
Ding Dong
-         Voy – grita Marcos.
-         Hola amor – Dice una voz femenina.
-         ¿tú? – dice el sorprendido. 

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